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Pintura
Muchas de las veces que se pinta o redecora una habitación, o una casa en su totalidad, se debe a un cambio en la rutina. Uno de los grandes cambios que pueden llegar a nuestra vida es el nacimiento de un nuevo miembro de la familia. Habitualmente un nuevo habitante en la casa supone un nuevo aire a esa habitación en la que más tiempo va a pasar. Hoy os traemos unos cuantos consejos para pintar la estancia de los más pequeños del hogar. Si estáis esperando un bebé tomad nota que esto os interesa. Hoy hablamos sobre: Cómo pintar una habitación infantil.

¿Cuál es el mejor momento para pintar la habitación del bebé?

Somos conscientes de que desde que se conoce la noticia de un embarazo la agenda de los futuros padres se llena de tareas para tenerlo preparado para el día D. Por este motivo es difícil encontrar un hueco para pintar la habitación, es posible que la mejor opción sea contratar un pintor profesional para ahorrarnos ese tiempo. Lo que si tenemos claro es que lo más recomendable sin ninguna duda es tener la habitación pintada antes del nacimiento.

En el caso de que esto no sea posible, sí que aconsejamos que el recién nacido no esté en casa en el momento en el que vamos a pintar. Más allá de esto recordamos que ningún niño debería dormir en la habitación que ha sido pintada durante los primeros días ni pasar largos ratos cerca de la pintura debido al olor perjudicial de la misma.


¿Qué color elegir para pintar una habitación infantil?

Muchos padres esperan a conocer cuál será el sexo del bebé para elegir cual será el color predominante en su habitación. Nosotros consideramos que más allá del sexo, que no es algo que cierre las puertas a ningún color, hay otras características que deben afectar más a esa decisión.

En primer lugar, tenemos que tener en cuenta la luminosidad y el tamaño de la habitación que vamos a pintar. En el caso de que la habitación no sea demasiado grande o no reciba mucha luz natural lo ideal sería utilizar colores claros que tienen la capacidad de ampliar el espacio. Por el contrario, colores como naranja o azul son más recomendables para habitaciones muy luminosas.

También es normal seleccionar un color que relacionamos con los estados de ánimo, aunque tradicionalmente se han utilizado los tonos azules y rosados en función del sexo del niño actualmente son muy demandados los tonos pastel, así como el blanco y el gris.

Por supuesto no hay que restarle importancia al color que elijamos para el techo ya que influye mucho en la sensación de amplitud de la habitación. Si elegimos pintar el techo con una tonalidad algo más clara que la que hemos elegido para las paredes provocaremos una sensación de que la habitación es más alta y espaciosa. Esto es ideal para habitaciones que reciben buena luz y queremos aprovecharla para que parezca más grande.

Los muebles de la habitación del bebé también son importantes

Si antes de elegir el color que decorará la habitación ya tenemos el mobiliario es importante que nos adaptemos a este. Los muebles blancos nos dan una mayor libertad ya que la pared puede dar el toque de color a la habitación mientras que si los muebles son de algún color podemos aprovechar las paredes para utilizar colores complementarios que hagan más viva la estancia. Lo más recomendable es mezclar colores suaves que ayuden a crear una atmósfera de tranquilidad.

Si la habitación es suficientemente grande podemos utilizar los muebles juntos a diferentes tonos de pintura para crear diferentes espacios en la misma habitación. De esta manera podemos tener la zona de descanso, la zona de juego, etc…

¿Cuáles son las pinturas más adecuadas?

Aunque lo recomendable es que tengamos esto en cuenta siempre que elijamos una pintura en el caso de la habitación de un niño es todavía más importante. Hablamos de la calidad de la pintura que compramos. A la hora de seleccionar la que vamos a utilizar es esencial que comprobemos que cuenta con las homologaciones pertinentes. Actualmente podemos encontrar en el mercado una buena variedad de pinturas que están totalmente libres de sustancias tóxicas. También es relevante que la pintura cuente con el menor olor posible.


Las pinturas cuya base es acuosa son las que resultan menos perjudiciales para la salud de los más jóvenes. Un claro ejemplo son las pinturas plásticas que además de tener la base de agua que ya hemos comentado son más fáciles de limpiar sin que queden restos de suciedad. Un muy buen ejemplo de esto es la pintura ECO de Tkrom que está totalmente libre de disolventes, metales, compuestos amoniacales y emisiones, por lo que cuida de la salud del usuario y está especialmente indicada para habitaciones de niños.

Si quieres darle un toque diferente a la habitación siempre puedes combinar diferentes colores e incluso utilizar otro tipo de pintura en algunos espacios. Un buen ejemplo de esto, sobre todo en las habitaciones para niños, es la pintura de pizarra que le da al joven la posibilidad de decorar ese espacio como quiera y durante el tiempo que él quiera.

¡Esperamos haberte ayudado con este post! ¿Tienes más consejos sobre cómo pintar una habitación infantil? ¡Compártelos!
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